La guerra es el infierno, se dice. Y a pesar de ello, la historia de la humanidad tiene sus páginas repletas de la muerte y de la desolación que las guerras producen.
Pero aún siendo así, en este caos siguen brillando las palabras proféticas que Isaías expresó hace ya 2800 años y que se han hecho realidad,
"Porque nos ha nacido un niño,
Dios nos ha dado un hijo ...
Y se le dará por nombre Príncipe de la Paz"
Y se le dará por nombre Príncipe de la Paz"
Hoy nosotros, como en su día los pastores, también podemos adorar a ese niño que es Dios, uniéndonos al coro de ángeles y cantando:
"Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad"
Y es que Navidad es más que una fiesta
de comidas y regalos.
Es la Noche de Paz.
Antonio Grela
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