LOS ORÍGENES DE LA HUMANIDAD

PRIMERA PARTE – SÉPTIMA SINFONÍA DE BEETHOVEN

Para presentar esta obra, como siempre con cada tema, me he estado documentando. Pero tengo que reconocer que, por la importancia del argumento, en esta ocasión el estudio me ha llevado varios meses de búsqueda, lectura y profundización.

Así que he pensado que, para presentar este Encuentro Musical, lo mejor que puedo hacer es contaros la experiencia que he vivido en su montaje.

Para aquellos que tengan interés, al final de esta presentación doy las referencias de donde he estado estudiando y de las páginas de las que que, solo en apuntes, he encuadernado un grueso tomo con muchos datos y que me ha quedado, lógicamente para mi gusto, muy interesante.

El chiste fácil para empezar sería el clásico “descendemos del mono, pero ¿por parte de madre o de padre?” Sin embargo estamos ante un tema para muchos trascendente y que, por tanto, debemos afrontar con seriedad.

Yo, después como digo de haberme documentado he llegado a esta conclusión: somos los herederos de una historia de dura lucha a muerte por la supervivencia en la que solo los más fuertes y los más hermosos sobreviven y donde los errores se pagan con la extinción.

Estamos, pues, aquí y ahora los más fuertes y los más hermosos. O al menos sus herederos.

Hay una frase muy interesante, por otro lado, que se contrapone a las citadas anteriormente: “La evolución es la elegante manera de cómo Dios hizo al hombre”.

Nuestros Encuentros nacieron esencialmente para presentar obras musicales a aquellos que no la conocen. Por ejemplo, con este de hoy, se trata de seguir de principio a fin la Séptima Sinfonía de Beethoven, una de las obras maestras de la humanidad, por personas que de otra forma no la escucharían jamás.

También está dedicado a aquellos que ya conocen la música, pero que hoy pueden escucharla y, al tiempo, “verla”. Y esto es lo nuevo: verla porque lo hacemos acompañando imágenes adaptadas a la obra.

Pero en el caso presente las imágenes tienen tal fuerza que tienden a ponerse a la altura de la música y  ya no puedes separarlas. Música e imágenes forman un conjunto indivisible.

Hay varios componentes con los que comencé el trabajo de montaje.

Uno: pensé en presentar el tema según los datos que la ciencia nos ha ido aportando y sobre los que podía documentarme.

Dos: dar respuesta a preguntas que desde siempre me he hecho, por ejemplo, desde el que si unos monos evolucionaron y llegaron a hombres, ¿porqué no han evolucionado todos los monos?. Y así todo un arco de demandas  hasta la clásica ¿existieron en realidad Adán y Eva?.
  
Y resultó que conforme avanzaba en la búsqueda, iba de sorpresa en sorpresa, de descubrimiento en descubrimiento, que daban respuesta a todas mis preguntas de tal forma que sobre la marcha tenía que ir cambiando el guión de la película.

Con respecto a la ciencia tuve que cambiar de criterio con dos frases que aparecerán  al comienzo de la proyección.

La primera es del biólogo y botánico suizo Agustin Pyrane de Candolle (1778-1841): “Lo peor, a mi criterio, es presentar a la ciencia como definitiva”.

La segunda es de un ruso, creador de la Teoría del Método Formal, su nombre es Boris Eichenbaum (1925-2008). Dijo: “La ciencia vive venciendo errores y no estableciendo verdades”

El descubrimiento de Boris Eichenbaum se lo debo a Rosa María.

Si unimos ambas frases el resultado es: “Lo peor es presentar a la ciencia como definitiva ya que la ciencia vive venciendo errores y no estableciendo verdades”.

Eso echaba por tierra mis primeros intentos de presentar el trabajo bajo el punto de vista de la verdad de la ciencia pues me di cuenta que ésta no es definitiva. Aún más, existe, y te encuentras si buscas, un caos científico lleno de controversias sobre el tema de la evolución del hombre.

Y es que la misma ciencia va, como sabemos, evolucionando. Así, hace pocos años, aún en los años 50, se pensaba que la evolución era lineal y sencilla. Existió, decían, una especie, a la que seguía otra y luego otra. Ejemplo, Australopithecus Africanus, Homo Erectus, Homo Sapiens.

El tiempo, los últimos hallazgos de fósiles y los nuevos métodos de datación, desmontaron eso que se creía cierto. Aparecieron nuevos eslabones que demostraron que existieron diversos géneros de prehumanos y de humanos, y que cada género se subdivide en especies y que muchas de estas especies han convivido en el tiempo y aún en el mismo espacio.

Aquí tendría que hacer una aclaración. Desde un principio me encontré con que sobre el tema se hablaba de “hominidos” y “homininos”. ¿Qué diferencia hay entre los dos términos tan parecidos?

Pues que el término “homínido” se refiere a todos los simios, primates no humanos y que equivale a mono. Los monos, por tanto, siguen siendo hominidos.

“Homininos”, en contraposición, son los monos que separándose de la rama de los simios, evolucionan en distintos géneros y diversas especies hasta el hombre. Los primeros homininos son, por tanto, pre-humanos. Todas las ramas de honininos parten, por tanto, de los hominidos.

Sin embargo, estas especies que hoy tenemos diferenciadas, no se han mezclado entre sí. Es como la unión imposible de un perros y gatos. Las especies que se separaron de los hominidos y evolucionaron fueron genéticamente distintas y no pudieron procrear entre ellos. Ese fue uno de los múltiples motivos de su extinción.

La conversión de homínidos en homininos comenzó hace más de 10 millones de años. África, por efecto de las grandes fuerzas tectónicas, sufrió una fractura que existe y sigue ampliándose aún hoy y en suyo seno, dentro de algunos millones de años, habrá un nuevo mar. Es la falla del Gran Rift que creó una barrera natural de varios miles de kilómetros de longitud. La fractura hizo que al Este se formase una altiplanicie, protegida por una cadena de montañas que impiden la llegada del agua de lluvia desde el océano.

Los simios supervivientes se dividieron entonces en dos grupos, los que continuaron viviendo en los bosques, al Oeste, y allí están igual desde entonces, y los que quedaron al Este. En esta parte, la nueva altiplanicie, al pasar el tiempo, el clima cambia y aparece la sabana, donde escasean los árboles. Es la zona que hoy sigue siendo de las más pobres del planeta, Eritrea, parte de Sudán, Etiopía, Somalia, Kenya, Tanzania y llega hasta Mozambique. Y, sin embargo, allí comenzamos la aventura de nuestras vidas.

Los simios de esta parte, de la sabana, llegan a un momento en que están en peligro de extinción por la falta de alimento y lugares, árboles, donde vivir sin peligro.

Así llega la gran decisión. Un mono da el paso de bajarse del árbol. Nunca nadie lo había hecho antes en millones de años. Pero a cuatro patas no puede orientarse, no sabe a donde va ya que no ve su entorno con las hierbas altas de la sabana. Tiene que levantarse sobre sus patas traseras y entonces, ve. Comprende que tiene que mantenerse así, a pesar de las molestias y dolores que la nueva postura le produce. Hará un gran esfuerzo y avanzará de pié aunque es una actitud antinatural.

Ya está. Ya es bípedo. Ya no es un mono. Es un prehumano.

El fósil más antiguo, el que llamamos Tumai, que significa Esperanza de Vida que es como llaman a los niños que nacen en la estación seca en el Sahel, tiene 7 millones de años.

Otro de los fósiles más antiguos es el Orrorin Tugenensis. Tiene seis millones de años. Ambos, Tumai y Orrorin, tenían todavía el dedo gordo del pie como los de las manos, contrapuestos.

El 24 de Noviembre de 1974 el paleoantropólogo Donald Johanson, con su equipo, descubrió en el valle del río Awash, en Etiopía, el esqueleto fosilizado casi completo de una hembra de unos 20 años, que ya había tenido varios hijos y que quizás murió ahogada. Vivió hace 3,2 millones de años y ya su pie era con el dedo gordo paralelo, como los nuestros. Se la conoce en el mundo científico con el nombre de Lucy.

Ese nombre proviene de la canción de los Beatles “Lucy in the sky with diamonds” (Lucy en el paraíso con diamantes), que escuchaban los investigadores en una casette en el campamento de trabajo.

La diferencia primera entre hominidos y homininos es el bipedestismo. El dedo gordo del pie evoluciona en millones de años y de ser opuesto, como en las manos, pasa a lineal, como lo tenemos todos hoy.

Ha sido un proceso de adaptación de mucho esfuerzo y por el que hoy seguimos pagando nosotros con dolores dorsales y de piernas y causante de nuestras varices por la falta de riego sanguíneo.

Luego, otro dato importante para la clasificación de los restos paleoantológicos es el hallazgo de herramientas, indispensable para clasificar el género y la especie.

También el terreno de lo imaginario es de suma importancia. Poco a poco se va reflexionando cosas inexplicables hasta entonces. Así nacen la filosofía de la vida y de la muerte, el amor, el lenguaje articulado, el más allá, la religión.

Rosa María también me dio el acceso a dos conferencias que un científico profesor de la Universidad de Barcelona dio a profesores de la Universidad de Pamplona. Su nombre es Daniel Turbón y al que le interese está en enlace en Internet al final. Vale la pena escucharlo por sus claras explicaciones sobre el tema.

Esta película que vamos a ver puede dar la sensación de que no tiene un final clásico y así es, porque es una primera parte a la que falta la segunda.

No vamos a ver un documental, vamos a ver la Séptima Sinfonía de Beethoven. Tuve que hacer diversas pruebas hasta que di con la música adecuada. Pero Beethoven llenó todas mis expectativas para el montaje.

Esta Sinfonía Beethoven la escribió en forma de Sonata: Movimientos rápido, lento, danza y otra vez rápido. Está llena de ritmos bailables y alegres. Por algo está escrita en La Mayor.

Sin embargo el segundo movimiento, lento, es un allegretto y es que Beethoven, con muy buen criterio, pensó que después del primero Vivace, un allegretto hacia la función de lento.

Siempre me gusto esta Sinfonía  la que consideraba alegre. Pero trabajando con ella cambió mi criterio y comencé a sentirla como trágica. Y ello tiene que ver por las imágenes que siguen a la música. Y es que viendo el montaje ha crecido dentro de mí un gran sentimiento de respecto por nuestro pasado.


SEGUNDA PARTE: OCTAVA SINFONÍA DE BEETHOVEN

En los últimos treinta años se han localizado muchos fósiles y los métodos de datación son mucho más precisos. Esto ha hecho que se confeccionase un mapa de las especies que han existido viendo su distribución a nivel mundial.

Entre los fósiles más destacados, a los que se pone un nombre asociado muchas veces al lugar en el que aparecen, tenemos a Tumai o Esperanza de Vida, con siete millones de años. El segundo cronológicamente es el llamado  Orrorin, con seis millones de años. Luego está Lucy con 3,2 millones de años. Tumai y Orrorin son homininos o pre-humanos. Lucy es ya una australopitheca.

¿Qué diferencia existe entre ellos?

Los primeros omininos, prehumanos, tienen todavía el dedo gordo de los pies igual a los de las manos, opuestos. Cuando el dedo gordo del pié se tiene similar al nuestro, nace el Género Australopithecus. Ambos géneros no salieron nunca de África.

La diferencia entre hominidos y homininos es el bipedismo. Y entre prehumanos y australopithecus, el dedo gordo del pie.

Cuando entre los fósiles aparecen huesos rodeados de utensilios creados por ellos, los llamamos Género Homo, de los que hay diversas especies siendo la más antigua la del Homo Habilis (1,8 millones de años), hasta que llega el Homo Sapiens (150.000 años). Todos los demás géneros y especies se han ido extinguiendo. Solo queda el Homo Sapiens, nosotros.

Homo Sapiens significa, el Hombre que sabe (que sabe que es hombre). Las demás especies y los animales no saben lo que son, no tienen la capacidad de preguntárselo. Es el hombre actual que sabe y profundiza en el mundo de lo imaginario, la filosofía, la religión, el arte.

Como dije en la primera parte, poco a poco fui encontrando respuesta a mis preguntas. Así, por ejemplo, ¿por qué la evolución no fue lineal?
Porque muchas especies convivieron en el tiempo, aunque por diferencias genéticas no podían tener descendencia en común.

¿Porqué se extinguieron las especies? Se dice que por nuevas enfermedades, por el cambio de clima (que es directamente proporcional si la adaptación de una especie es a  un solo ambiente), la alimentación, la disminución de la descendencia e incluso su eliminación, pérdida del sentido de grupo rompiendo las relaciones y cambio de roles entre hembras y machos.

¿Porqué evolucionó el cerebro?
En principio se dijo que fue debido al cambio de alimentación de los prehumanos cuando no tuvieron más remedio que dejar de alimentarse exclusivamente de frutas y comenzar a comer raíces y carne, en principio los restos que dejaban los grandes animales carnívoros.

Pero surge una cuestión, ¿porqué entonces no evolucionó el cerebro de los grandes carnívoros?

Hoy se sabe que la evolución del cerebro se debe aporte de almidón en la alimentación.

El almidón se encuentra en algunas semillas, raíces y tallos: trigo, centeno, cebada, maíz, mijo, arroz, avena. Tiene gran cantidad de glucosa. Dan energía.

El uso de esa nueva alimentación por el género humano queda demostrado en las pruebas sobre las herramientas de los restos en donde se recuperan e identifican fácilmente restos de semillas fosilizadas.

También porque es el Homo Sapiens el que tiene el gen AMY1, básico para sintetizar el almidón. Ese gen lo tiene triplicado sobre los primates. Y es el gen que posibilita al ser humano a poder vivir sin carne ni fruta, con una dieta rica en almidón que aporta carbohidratos y desarrolla el cerebro.

Pruebas recientes han demostrado que los japoneses, con alimentación rica en arroz, tienen más genes AMY1 que los turcos o pueblos de África con una alimentación básicamente carnívora.

El riesgo de la alimentación con un exceso de carbohidratos está en que si a eso sumas una vida sedentaria, surgen las enfermedades modernas, la obesidad, el cáncer, las tipologías cardiovasculares. 

Y ya la última pregunta de esta serie. ¿Existieron Adán y Eva?

La ciencia nos dice que más bien deberíamos hablar de Eva y Adán.

Existe un fósil femenino, de unos 190.000 años, el primero poseedor de mitocondrias. Es la que la ciencia llama Eva mitocondrial.

¿Qué es una mitocondria?
Los seres fueron producto de la fusión de células. En algún momento de nuestra historia, una célula fagocitó a otra, pero ésta no fue destruida sino que siguió viviendo en su interior. Y no solo eso, sino que es fuente de energía. Esas células son las llamadas mitocondrias.

Las mitocondrias se transmiten solo por vía materna a los hijos e hijas, aunque luego solo las hijas las pueden a su vez transmitir. Pero solo por vía materna.

Y aparecieron unos restos de mujer, como dije de unos 190.000 años de antigüedad, que, por primera vez, era poseedora de mitocondrias. Anteriormente ninguna las tenía. Hoy todas las mujeres las tienen lo que significa que todas las ramificaciones que no las tenían se han extinguido en algún momento.

Existe también en el hombre algo que en algún momento nos diferencia de nuestros antepasados, es el cromosoma XXY que nos distingue de las mujeres que lo tienen XXX.

Los restos de ese Adán cromosómico tienen 40.000 años.

Y en algún momento se produce la unión de un descendiente de la Eva mitocondrial con el Adán cromosómico y nace el hombre nuevo. Y si todos los hombres y mujeres de la tierra hoy poseen los rasgos mitocondriales y cromosómicos de esos Eva y Adán, es que todos somos descendientes, única y exclusivamente, de esa pareja. Todos los demás se han extinguido.

Este hecha por tierra el mito para algunos de que pueden existir razas superiores a otras. Todos, aún con distintos rasgos o colores, somos iguales.

Como veis he ido buscando respuestas a preguntas. Pero queda una sin respuesta ¿cómo y por qué se produce el cambio en las especies y aparecen otras nuevas? Y lo más importante, ¿por qué el nacimiento de las mitocondrias y los cromosomas que nos distinguen de todos nuestros antepasados?

La respuesta para unos será con la fe en un milagro, el momento de la creación,  para otros, una casualidad. Pero en definitiva, no hay una respuesta exacta a ello. Lo único que certifica la ciencia es lo dicho, que todos descendemos de una única pareja.

Bueno, tenemos que hablar también de algo muy importante por lo que nos hemos reunido hoy, la música del Encuentro, la Octava Sinfonía de Beethoven.

Es corta, con una duración de tan solo 28 minutos.

Beethoven la terminó de componer en Octubre de 1812 y fue estrenada el 27 de Febrero de 1814, o sea va a hacer doscientos años.

Es de una época en la que Beethoven pasaba por grandes penas, físicas y espirituales, sin embargo es la Sinfonía más alegre de  las nueve que escribió, sin emociones sombrías como bien podría haber hecho.

En el tiempo en que Beethoven estaba escribiendo la Octava Sinfonía, Johann Mäzel, un inventor de artículos musicales, se reunió en una cena junto a otros amigos con el compositor para celebrar un viaje de vacaciones que éste iba a realizar. Beethoven lo consideraba muy amigo pues fue el que le había hecho la trompetilla que usaba cuando ya la sordera estaba avanzada.

En esa cena, Mäzel presentó un aparato nuevo, el metrónomo tan importante para los músicos.

A Beethoven le gustó tanto que se puso a tararear una melodía, seguida por todos los asistentes a la cena, siguiendo el metrónomo. De ahí salió el segundo movimiento con su acompasado acompañamiento que sugiere el ritmo del metrónomo, escrito como una broma, “allegretto scherzando”.

Los otros movimientos son, el primero un Allegro vivace e con brio, el tercero un Minueto y el cuarto Allegro vivace. Todos, como se ve, con ritmo alegre.

Ésta es la maravillosa música que me ha servido para montar la segunda parte de los Orígenes de la Humanidad. Una música que sorprende y agrada desde el primer compás y que, para mi gusto, se ha ajustado al tema perfectamente.

Antonio Grela Abeleira
26.10.2013


MONTAJE VIDEOGRÁFICO:

Sinfonía nº 7 en La Mayor, Op 92 de Ludwig van Beethoven

  I -  Poco sosnuto. Vivace
       La gran decisión (El bipedismo)
 II -  Allegretto
       Homo habilis: el primer ser humano
III -  Presto
       Homo ergaster: el conquistador de la tierra
IV - Allegro con brio
       Homo erectus: el descubridor del fuego

Sinfonía nº 8  en Fa Mayor, Op 93 de Ludwig van Beethoven

  I - Allegro vivace e con brio
      Homo Sapiens llega a Europa
 II - Allegretto scherzando
      La conquista de Oriente
III - Tempo de Menuetto
       Caza mayor
IV - Allegro vivace
       Adán y Eva


Bibliografía:

“La evolución humana” de Daniel Turbón. Editorial Aires
“En busca de los orígenes ¿evolución o creación?” de Jean Flori y Henri Rasoloformasiandro. Editorial Safeliz

Documentales:

“Maravillas del Universo”
“La Odisea de la Especie”
“Homo Sapiens”
“El Amanecer del Hombre”

YouTube:

“El hombre antes del hombre”. Daniel Turbón en la Universidad de Navarra.
“La diversidad genética humana hace 100.000 años”. Daniel Turbón en la Universidad de Navarra.
“Evolución del hombre y el origen del ADN mitocondrial”.

Wikipedia:   

Evolución humana, (17 páginas)
Origen de los humanos modernos, (9 páginas)
Hominina, (5 páginas)
Sahelanthropus tchadensis, (2 páginas)
Orrorin Tugenensis, (2 páginas)
Ardipithecus kadabba, (una página)
Ardipithecus ramidus, (2 páginas)
Australopithecus anamensis, (2 páginas)
Australopithecus bahrelghazali, (1 página)
Australopithecus afarensis, (2 páginas)
Lucy, (2 páginas)
Australopithecus africanus, (2 páginas)
Australopithecus garhi, (2 páginas)
Australopithecus sediba, (2 páginas)
Paranthopus aethiopicus , (una página)
Paranthopus boisei, (2 páginas)
Paranthopus robustus, (2 páginas)
Kenyanthopus platyops, (una página)
Homo habilis, (2 páginas)
Homo rudolfensis, (2 páginas)
Homo ergaster, (2 páginas)
Homo georgicus, (2 páginas)
Homo erectus, (4 páginas)
Homo cepranensis, (una página)
Homo antecesor, (3 páginas)
Homo heidelbergensis, (3 páginas)
Homo neanderthalensis, (8 páginas)
Homo floresiensis, (8 páginas)
Homo rhodesiensis, (2 páginas)
Homo sapiens, (11 páginas)
Homo sapiens idaltu, (una página)
Adán cromosomal-Y, (4 páginas)
Eva mitocondrial, (4 páginas)
Atapuerca – El cuadereno de Arsuaga;
Veritas praevalebit: el hombre y el mono, (5 páginas)
Nace una vieja estrella, (2 páginas)
Los principios de la belleza, (2 páginas)


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