Antonin Dvorák era ya un compositor muy conocido en Europa cuando en el año 1884 compró una parcela con un granero en Vysoká, un pueblo de la Bohemia central, que convirtió en una pequeña pero confortable y acogedora casa de campo. Allí, en sus estancias estivales, viviendo en un ambiente relajado, sintiéndose feliz junto a su familia, mientras cuidaba de su jardín y criaba palomas, se despertaba su inspiración y componía con mucho entusiasmo.
De hecho, gran cantidad de la producción musical de Dvorák o bien fue creada o revisada en esta pequeña residencia veraniega a lo largo de los últimos veinte años de su vida. Y allí precisamente escribió, en pocas semanas del verano de 1889, su octava sinfonía en sol mayor que tenemos programada para este Encuentro Musical.
Esta obra refleja el ambiente de calma, paz y tranquilidad que Antonin vivía en aquel momento. En ella van surgiendo melodías inspiradas en música popular de su querida tierra bohemia, alegres, sentimentales y que ensanchan el alma de forma que uno nunca se cansa de escucharlas por la belleza que ponen de manifiesto.
Antonio Grela Abeleira
No hay comentarios:
Publicar un comentario