jueves, 15 de diciembre de 2011

CAMINANDO A LA NAVIDAD

El sábado día 10 de Diciembre, con la sala totalmente llena de público,  hemos hecho juntos un camino hacia la Navidad de la mano de Max Bruch. La extraordinaria música de su concierto para violín en sol menor es un reflejo de su personalidad abierta y culta que queda confrontada por el doctorado Honoris Causa que le concedió la universidad de Cambridge cuando tenía 55 años. 

Importante resaltar también que Bruch aún recibió otro doctorado, en esta ocasión por la Universidad de Berlín, en los últimos años de su vida. Éste segundo lo fue en teología y filosofía.


Bruch empapó sus composiciones de la música folclórica de cada uno de los numerosos lugares por los que pasó impartiendo clases y trabajando como intérprete, compositor y  director.

De los tres movimientos del concierto para violín que hemos programado, el segundo, el Adagio, está considerado  como una de las piezas más hermosas jamás escritas para violín.

El montaje cinematográfico que hemos presentado en este Encuentro Musical lo hemos basado en un camino a recorrer, incluyendo unas cortas meditaciones que extrajimos del libro "La Quinta Vela de Adviento" de José Granados, editado por Ciudad Nueva.

Primeer Movimiento - Voirspiel. Allegro moderato


Tal vez las preguntas fundamentales de la vida no sean ¿de dónde venimos? y ¿adónde vamos?, sino más bien, ¿quién es el que viene a nosotros? y ¿adónde nos lleva?

Segundo Movimiento: Adagio

Navidad significa que es posible empezar de nuevo, desandar el camino por muy lejos que nos encontremos de Él.

Tercer Movimiento - Finale. Allegro energico. Presto

En la búsqueda de la felicidad nos movemos atraídos por muchos deseos de plenitud.
Llegado algún momento que tanto anhelamos, nos damos cuenta de que no nos ha traído la felicidad. Y decimos: "No, esto no es".
¿Cómo puedes estar seguro de ello si no conocieras ya de alguna forma lo que estás buscando?
Y es que Dios ha puesto en tu corazón un recuerdo de aquello que buscas. Ésta es la luz del deseo, la sed que alumbra en la noche y nos permite buscar la fuente.

Final

Quien dice que ama los primeros rayos del alba, ¿cómo no aguardará también el brillo glorioso del sol de mediodía?

Antonio Grela

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