domingo, 26 de febrero de 2012

UNA NOCHE VIBRANTE

Si, noventa y tres personas vibraron esta noche de música zíngara. Danzas, rapsodias y czardas sonaron en la repleta sala ante el entusiasmo de todos los asistentes, en versiones musicales de prestigiosos directores y de orquestas internacionales. Música que nos hizo ir a nuestros años jóvenes y a los momentos en los que grupos ambulantes ofrecían espectáculos al aire libre en las noches de verano.
Desde aquí queremos agradecer las muestras de cariño y aprecio de todos los asistentes sabiendo que ante el número de participantes ha sido totalmente imposible tener una relación personal con cada uno, como nos hubiera gustado.
Muchas gracias por el apoyo que mes tras mes nos manifestáis y que nos dan fuerzas para ponernos a trabajar ya en el próximo Encuentro Musical que será el número 196.
¡Seguirá la fiesta de la música!


Rosa María Moreda y Antonio Grela

lunes, 13 de febrero de 2012

UNA NOCHE ZÍNGARA


MÚSICA ZÍNGARA
No es música folclórica. La música zíngara es la que desarrollaron y pusieron en escena de forma profesional los integrantes de un pueblo de procedencia misteriosa y legendaria, tocando en espectáculos y festejos de bodas y bautizos, en aldeas, ciudades y cortes húngaras desde finales del siglo XV. Y todo ello sin saber leer ni escribir música, pero llevando al límite el virtuosismo en el uso de los instrumentos, sobre todo del violín.

Adoptaron, eso sí, la música autóctona húngara que, en ocasiones, los mismos aldeanos les tarareaban y silbaban para que ellos pudiesen luego repetir, pero interpretándola con las características de su propia y especial idiosincrasia.

Su apogeo queda fechado el 1787, año en el que la banda de zíngaros de Galanta actúa en Viena causando tal sensación que su estilo es apropiado desde entonces por los mejores compositores europeos. Se publican a partir de ese momento partituras de danzas, czardas y rapsodias con su alternancia entre ritmos lentos y sentimentales y otras partes rápidas y vertiginosas, que llegan a ser frenéticas. Todo para demostrar el dominio absoluto del ritmo y del instrumento que hoy vuelve a sonar tras el mismo anuncio de siempre: pasen señoras y señores y vean el más difícil todavía, ¡la música zíngara!

                                                                                           Antonio Grela Abeleira