Para escribir Porgy and Bess, George Gershwin se trasladó a Charleston, al sur de Estados Unidos y vivió en una choza entre negros, compartiendo su vida y su música. De esta forma nació, en el año 1935, una obra maestra de aquel cuya vida es la síntesis de alguien que cree que la felicidad existe.
Y así nos lo hace vivir con el argumento de esta obra: "Bess, desde la droga, escoge la fealdad del inválido y encuentra la belleza. Porgy, desde la felicidad de la nada escoge volver a su paraíso: ir en busca de Bess para sacarla de la droga".
Dos años mas tarde, trabajando, tal como fue siempre el sino de su vida, la muerte sorprendió a Gershwin a los 37 años de edad, en el mejor momento de inspiración y cuando nos prometía un futuro esplendoroso. Pero nos quedó su legado alcanzado a través de "esa puerta terrible" de la que el pintor y escritor Michel Pochet nos habla cuando dice:
" la vida, la inspiración, el recorrido de los artistas, es profundamente religioso, profundamente verdadero. Han comprendido el misterio de la belleza eterna al mostrarnos el dolor, el abandono. Si deseamos reconciliar el mundo de la gente de los buenos sentimientos, (los que aman la armonía, los que quieren un mundo lleno de belleza), con el mundo de la cultura, del arte moderno, no veo otra puerta, aunque sea terrible: hay que ir a buscar la belleza allí donde no está".
Gershwin, nos descubre en Porgy and Bess esa belleza precisamente allí donde creemos que no puede existir. Y tras ella y con su música nos porta al Paraíso.
Antonio Grela
Y así nos lo hace vivir con el argumento de esta obra: "Bess, desde la droga, escoge la fealdad del inválido y encuentra la belleza. Porgy, desde la felicidad de la nada escoge volver a su paraíso: ir en busca de Bess para sacarla de la droga".
Dos años mas tarde, trabajando, tal como fue siempre el sino de su vida, la muerte sorprendió a Gershwin a los 37 años de edad, en el mejor momento de inspiración y cuando nos prometía un futuro esplendoroso. Pero nos quedó su legado alcanzado a través de "esa puerta terrible" de la que el pintor y escritor Michel Pochet nos habla cuando dice:
" la vida, la inspiración, el recorrido de los artistas, es profundamente religioso, profundamente verdadero. Han comprendido el misterio de la belleza eterna al mostrarnos el dolor, el abandono. Si deseamos reconciliar el mundo de la gente de los buenos sentimientos, (los que aman la armonía, los que quieren un mundo lleno de belleza), con el mundo de la cultura, del arte moderno, no veo otra puerta, aunque sea terrible: hay que ir a buscar la belleza allí donde no está".
Gershwin, nos descubre en Porgy and Bess esa belleza precisamente allí donde creemos que no puede existir. Y tras ella y con su música nos porta al Paraíso.
Antonio Grela